Los próximos 3 y 4 de diciembre se representará Género Imposible en el Teatro Central (Sevilla), de la mano de Silvia Pérez Cruz. Se trata de un espectáculo multidisciplinar, que procura ir más allá de lo que es un tradicional concierto de presentación de un nuevo disco.
Es difícil hacer una exposición que no resulte tópica de esta intérprete catalana, pues, en estos casos es muy recurrente y tentador, reproducir por escrito una trayectoria tan extensa en este tipo de textos, para así persuadir a los lectores que no conozcan a esta artista, de que no son conscientes del enorme privilegio que tenemos los que residimos en Sevilla de que este espectáculo se programe en el Teatro Central. De cualquier modo, no me abstendré de decir que es una cantante versátil al ser una persona capaz de interpretar numerosos géneros siendo fiel al espíritu y su forma, y a la vez quien haya acostumbrado escucharla, no hallará manera que se le confunda.
Como es conocido para los que me siguen, yo suelo cubrir espectáculos de danza y teatro contemporáneo, y cuando vi que Silvia Pérez Cruz vuelve entremezclarse con otros artistas de disciplinas diferentes a la música, me precipité a colocar esta cita en mi agenda. He de reconocerles que es relativamente reciente, que me haya sumergido en su música, y me he quedado totalmente seducido. Quizás sea un signo de que conservo cierta ingenuidad, pero no paro de asombrarme cuando uno se encuentra con otro artista (sea del campo que fuere) que lleva detrás de sí una trayectoria tan amplia, de la cual se ha ido desarrollando sin que uno tuviese noticia. Dicho lo anterior, es precioso que aún queden tantas cosas que nos pueden abrir a numerosos géneros musicales, de danza, de teatro…, porque aunque sea un hecho que lo ha se ha hecho es inabarcable para un ser humano, no me deja de parecer esperanzador que siempre estaremos a expensas de volver a reconstituir y enriquecer nuestros gustos.
Habiendo conocido desde joven la hibridación entre los lenguajes artísticos, no resulta extraño que la artista haya llevado su música a espectáculos teatrales y de danza, que haya interpretado temas para películas de ficción y documentales, y que haya utilizado la poesía como materia prima para sus composiciones. Partiendo de distintas experiencias con géneros artísticos diversos, en la primavera de 2020 Sílvia Pérez Cruz editó Farsa (género imposible), un disco que ahora llega al escenario del Central. Toma como título una palabra, farsa, que viene del francés farce (relleno), y que hacía referencia a las breves comedias que los cómicos interpretaban entre acto y acto durante las representaciones teatrales en la corte de Luis XVI. Hoy, farsa tiene el significado de “falsedad”; de ahí que Pérez Cruz emplee esta palabra para referirse a esa dualidad entre lo que somos y lo que mostramos, entre la riqueza aparente y el vacío real, tan propia de nuestros tiempos.
El disco llega a escena convertido en un espectáculo, con un equipo creativo formado por la bailarina Elena Córdoba; el dramaturgo, actor y poeta Pablo Messiez; el pintor, iluminador y poeta Carlos Marquerie; el ingeniero de sonido y creador de espacios sonoros Juan Casanovas, o la diseñadora de vestuario Cecilia Molano, entre otros. Se trata, en definitiva, de una diversidad de talentos que promete convertir el escenario en toda una fiesta de la hibridación y la multidisciplinariedad.
