Por Lorena G. White

Podemos pensar que quedan mejor o peor y que en algunos casos pueden resultar excesivas, pero seamos sinceros: el material estrella de esta temporada son las tachuelas (y en casos más atrevidos y sobre todo en complementos, los pinchos). Desde el invierno pasado y a lo largo de esta primavera-verano hemos podido ver cierta evolución en las colecciones partiendo desde los brillos, pasando por las lentejuelas y este verano avecinándose lo que va a ser su era. Y es que están por todas partes: en hombreras, en bolsillos, en zapatos, en botas, en bolsos y en complementos, tachuelas y pinchos transforman las tendencias de este otoño-invierno en tendencias muy puntiagudas.

Con cierto aire entre el rock y el western y con ese punto de atrevimiento y rebeldía, las tachuelas se llevan (y combinan) muy bien con el resto de brillos y de colores metalizados y militares que también están siendo éxitos rotundos esta temporada. El estilo ha sido calificado como neopunk, aunque por la red cada cual le da el nombre que más le apetece, y pueden gustarnos más o menos, pero las tachuelas y los pinchos decoran tanto el cuello de una camisa como las hombreras de una cazadora y se han convertido en los reyes a la hora de darle un poco de brillo y cierto punto de irreverencia a nuestros looks.

Es cierto, en algunos casos el resultado puede parecernos un tanto agresivo, pero sin duda, examinando las colecciones de las tiendas, no podemos negar que nos encontramos ante una de las apuestas más seguras de la temporada.

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