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Amphetamine Discharge han vuelto con ‘Raise your addiction’ y estarán el sábado 11 de Marzo sobre el escenario de la Sala X.

Icono de la movida alternativa sevillana de los 90, la banda de punk-rock y hardcore regresa a los escenarios con un nuevo disco bajo el brazo Raise your addiction grabado en los estudios de la Factoría Dalton en Cádiz durante las navidades de 2016 con colaboraciones de lujo como Furia Trinidad y Josema Dalton.

Guitarras distorsionadas hasta la saciedad, himnos de querencia sónica y estribillos terriblemente pop. Sus canciones son poderosas e imaginativas; en ellas, las guitarras y la personal voz de Aurora no dejan un segundo de respiro a la sección rítmica. Como The Fastbacks de Seattle o The Muffs de Los Angeles.

Desde su aparición en la escena independiente española allá por el año 91, los sevillanos Amphetamine Discharge destacaron de entre la maraña de nuevas propuestas (llegando a ganar el popular concurso de maquetas de Disco Grande -RNE3- en su edición de 1993), lo que en su caso no es una casualidad. A diferencia de otros grupos coetáneos, este cuarteto no se quedó en la mera imitación de estilos ni de modas, ellos dicen que hacen ruido para divertirse, lo que nos sirve de referencia para saber que música hacen, noise o puede ser que una mezcla poppunk y HC. Rock de los 90 en definitiva. Lo que les ha permitió enfrentarse con éxito al público, ya sea solos o en festivales multitudinarios junto a gente como los británicos Oasis y Elastica, con discos como RotaflexParking, producido por el mítico Andy Shernoff (Dictators) y grabado en Nueva York o esa rareza titulada We come to smash this time (Pussycats, 1998) que reunía revisiones de temas de sus grupos favoritos.

Amphetamine Discharge consiguieron ganarse el respeto de la crítica y público con temas como Glamour, esa exquisita joya de su repertorio, en su día escogida por Alejandro Amenábar para la banda sonora de su segundo largometraje Abre los ojos (1998) y en cuyo inicio, su distorsionado riff de bajo es capaz de adentrarte en una onírica dimensión lisérgica y evanescente, toda una experiencia colmada de misticismo; Gonna be alright, su gran hit recordado por todos, en aquel anuncio de KAS o I just wanna kiss.

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas?

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