Por Lorena G. White
La han llevado desde estrellas del espectáculo a tribus urbanas que le dieron identidad. Se ideó para los jugadores de Golf y ha terminado convirtiéndose en una prenda que permanece impertérrita como uno de los básicos para hombre que más soluciones dan a la hora de combinarla, porque casi puede ponerse con cualquier cosa. La Harrington ha vuelto para quedarse gracias a dos de las tendencias estrella de la temporada: los cuadros y las cazadoras bomber.
La lució Elvis en King Creaole (1958) y también otros como Frank Sinatra y Steve McQueen. Se popularizó gracias a los mods y fue prenda inconfundible para los skinheads. Hoy, la Harrington es, además, la prenda perfecta para que los hombres también se sumen a las tendencias del momento sin perder en comodidad y sencillez.
Por fuera suele ser azul, marrón o color crema, pero su identificativo interior, de forro de tartán, permanece inamovible desde que la firma británica Barracuta, sacara la Barracuta G9 en los años 30. Los juegos de combinaciones son casi infinitos, pudiendo llevarla en looks informales o con prendas mucho más arregladas. Las reinterpretaciones con materiales, colores y dimensiones de este icono de estilo pueblan ya los escaparates y su comodidad, debido a sus hombros sin costuras que permiten gran libertad de movimientos, hacen de la Harrington la aliada perfecta para aquellos que buscan tendencia y sencillez, pero con el toque definitivo de identidad que da una chaqueta como esta.
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