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Por María Morgade

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Mucho se ha hablado de Girls, la nueva serie de HBO dirigida, escrita, y protagonizada por Lena Dunham. La joven, de tan solo 26 años,  fascinó a Judd Apatow (productor ejecutivo de la misma) con su opera prima, Tiny Furniture, en la que encontramos ya la semilla de este nuevo y prometedor proyecto de la cadena de calidad por excelencia.

Girls comienza cuando Hannah (Dunham) recibe la visita de sus padres para decirle que no seguirán manteniéndola,  por lo que tendrá que abandonar su puesto de becaria, y buscarse un trabajo que le permita sostener su estilo de vida en Nueva York, mientras trata, al mismo tiempo, de llevar a cabo su sueño de ser escritora. En sus aventuras y desventuras la acompañan Marnie (Allison Williams), su perfeccionista compañera de piso, que aunque está aburrida de su novio es incapaz de cortar con él, Jessa (Jemima Kirke), hippy, bohemia, e imprevisible, y Shoshanna (Zosia Mamet), una estudiante obsesionada con el hecho de que todavía es virgen. Son habituales en la primera temporada también los personajes de Adam Driver, Christopher Abbott, Alex Karpovsky,  y Andrew Rannells.

Girls es la otra cara de Sex and the City. Renunciamos a los “manolos”, pero ganamos en realismo y honestidad, siendo espectadores de la vida de unas chicas a las que, aunque seguramente preferiríamos no parecernos, probablemente lo hagamos más de lo estamos dispuestos a reconocer.

Dunham es consciente de estar retratando problemas de la clase privilegiada (escribe sobre lo que conoce de cerca), pero independientemente del nivel económico de las protagonistas, la serie ahonda en sentimientos comunes a todo aquel que ronde la veintena y se encuentre más perdido que nunca.

Y es que Dunham no tiene miedo de mostrar una realidad mucho menos idealizada que la que estamos acostumbrados a ver en otras series “de chicas”, con incómodas escenas de sexo, amistades que distan de ser incondicionales, y relaciones destructivas. Además de  todo esto, y otro de lo puntos más comentados de Girls (cuya primera temporada acaba de finalizar, y consta de diez episodios, de treinta minutos cada uno), es el hecho de que la directora, guionista, y actriz no tiene miedo de mostrar su cuerpo en pantalla, el cual no se ajusta a los ideales de belleza,  y lo hace sin pedir perdón por ello.

Quizás no sea realmente la voz de (toda) su generación, pero lo que sí está claro es que Girls se acerca mucho más a la realidad a la hora de retratar a esas jóvenes veinteañeras que se encuentran en plena búsqueda de sí mismas de lo que lo hacen muchos otros productos televisivos.  Veremos qué nos depara la segunda temporada.

@Mariamc89

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