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Xurxo Gómez-Chao. Bouquet NºXX, 2017. Fotografía. 100 x 100 cm

La Galería BAT Alberto Cornejo inaugura Diálogos VIII, exposición con dibujos de Lantomo y fotografías de Xurxo Gómez-Chao que podrá visitarse del 14 de septiembre al 10 de noviembre.

Texto: Carlos Delgado Mayordomo, comisario de la exposición y crítico de arte.

Lantomo. Darkness 02 Warrior, 2018. Grafito, pastel y acuarela sobre papel. 70 x 50 cm

 

Antonella Montes, más conocida como Lantomo, es una artista italiana cuyo discurso se define a través de un minucioso vocabulario gráfico. Su trabajo más reciente, centrado en la representación del rostro de distintas mujeres de ascendencia oriental, muestra un deseo por indagar en la complejidad que implica cualquier aproximación al concepto de identidad. De este modo, aunque parezca paradójico, sus obras ensayan una sugestiva exploración del retrato –en su sentido más tradicional– en la que también tienen cabida la mancha abstracta y el patrón ornamental. Este cruce de temperaturas determina un tipo de trabajo donde el significado nunca queda del todo concluido, sino que busca abrirse hacia zonas interrogativas.

Lantomo. NIN JIOM PEI PA KOA, 2016. Grafito y pasteles sobre papel encolado a madera. 73 x 50 cm

 

El rostro, tradicional sede simbólica de nuestra identidad, es solo una parte de un todo mayor que nos rebasa. Lantomo, advirtiendo una aguda sensibilidad ante este hecho, configura un trabajo donde lo descriptivo y lo evocador se aúnan para ampliar el sentido de la imagen. Su punto de partida técnico es el retrato fotográfico, de modo que asume la ligazón de este medio con el concepto habitual de verosimilitud. Sin embargo, la artista problematiza la representación fotográfica como único espacio de producción de conocimiento acerca de la realidad. Por ello, su trabajo no se acomoda en una transcripción fiel de la imagen tomada, sino que incorpora mecanismos que aportan nuevos matices: la eliminación de detalles externos, el empleo de una cuidada gama de grises, así como las ya mencionadas áreas abstractas de color y los motivos ornamentales. El resultado es una imagen compuesta de diversas capas de significado que desbordan la representación naturalista.

Lantomo. Giap, 2018. Grafito y pasteles sobre papel encolado a madera. 130 x 97 cm

 

La artista ha señalado sus viajes a distintas zonas de Asia Oriental como motor de estos trabajos. Su aproximación evita la deriva exótica, propia de la mirada fascinada por el descubrimiento de la alteridad cultural y geográfica, para centrarse en la representación de unas mujeres que celebran la inabarcable complejidad de su identidad más allá de cualquier estereotipo.

Xurxo Gómez-Chao. Magnolia sobre fondo rojo, Fotografía. 100 x 100 cm

 

La amplia trayectoria de Xurxo Gómez-Chao (1960) se inicia a mediados de los años ochenta. Sus primeros trabajos se ubican dentro de un contexto internacional de recuperación del medio pictórico bajo parámetros figurativos y expresionistas. Pero pronto su discurso se abrirá hacia cauces profundamente personales, donde lo simbólico, lo ornamental y la hibridación de distintas disciplinas ocuparán un lugar esencial. Este recorrido le llevará a emprender un programa de selección reflexiva de materiales y de recursos expresivos que incluirán la fotografía, el vídeo o la animación por ordenador, así como la incorporación de procesos vinculados a la danza o el teatro.

Xurxo Gómez-Chao. Bouquet Nº7, 2017, Fotografía. 100 x 100 cm

 

En los últimos años, Xurxo Gómez-Chao va a atender a una problemática, la de la representación del paisaje, sobre la que va a aplicar diversos procesos de desmontaje y relectura. Esencial en esta línea de trabajo va a ser la consideración del poder evocador de la imagen más allá de sus coordenadas espaciotemporales; una reflexión que le va a llevar a introducir, desde 2010, la representación del paisaje en el ámbito de su propio estudio: allí crea instalaciones en las que une elementos encontrados en el campo como flores, hojas, huesos o ramas, con otros elementos del estudio del artista como lápices, pinceles, muñecas o plastilina. El resultado, integrado como unidad visual a través de la fotografía, va a dar lugar a su exquisita serie Los paraísos artificiales (2012-2014).

Xurxo Gómez-Chao. La congregación de los 11 puerros, 2017, Fotografía. 100 x 100 cm

 

Dentro de esta misma operatoria se encuentra la obra más reciente del artista. En concreto, Tratado de botánica aplicada atiende a la memoria de un paisaje que deviene en vanitasmemento mori. Las flores, principales protagonistas de estas cuidadas escenografías, no solo simbolizan lo efímero de la existencia sino que también activan una reflexión acerca de qué significa la belleza en nuestro actual contexto hipervisual. La claridad y lo incierto, lo racional y lo poético, así como el cruce de géneros y lenguajes son valores que ayudan a configurar una estética mestiza. En estas obras, el artista reflexiona en definitiva acerca de la capacidad de la fotografía para simbolizar lo indecible: la belleza, la melancolía, la experiencia y, sobre todo, el inevitable paso del tiempo.

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